Grechka / El desayuno de los campeones soviéticos
Libro-objeto
Técnicas: una olla de aluminio recuperada de la época soviética con grabados en aguafuerte de la torre de GULAG y las deportistas marchando en el desfile del 1° de mayo de 1937 en la Plaza Roja en Moscú, tinta china, acuarela en papel artesanal de avena en tres imágenes de 14 cm diámetro, semillas de alforfón, cuchara de madera de mi abuela Antonina Sidorova (Voloshina).
Dimensiones: 10 cm altura x 15 cm de diámetro.
Técnicas: una olla de aluminio recuperada de la época soviética con grabados en aguafuerte de la torre de GULAG y las deportistas marchando en el desfile del 1° de mayo de 1937 en la Plaza Roja en Moscú, tinta china, acuarela en papel artesanal de avena en tres imágenes de 14 cm diámetro, semillas de alforfón, cuchara de madera de mi abuela Antonina Sidorova (Voloshina).
Dimensiones: 10 cm altura x 15 cm de diámetro.
2015
Todos los niños soviéticos crecimos comiendo este cereal que llamamos “grechka”. Se trata de las gachas de alforfón, que no sólo se sirven en el desayuno, sino que funcionan como guarnición también en la comida y la cena.
El alforfón tiene que ser revisado antes de cocerlo y de niña me tocaba la tarea de eliminar los granos estropeados. Recuerdo esas tardes oscuras del invierno en nuestra cocina chica de seis metros: yo sentada en una mesa cubierta de alforfón, hablando con mi madre o mi abuela mientras iba removiendo los granos de cereal, un recuerdo con olor a metal por su rico contenido de hierro, era una experiencia que nos unía todas las familias soviéticas...
El alforfón tiene que ser revisado antes de cocerlo y de niña me tocaba la tarea de eliminar los granos estropeados. Recuerdo esas tardes oscuras del invierno en nuestra cocina chica de seis metros: yo sentada en una mesa cubierta de alforfón, hablando con mi madre o mi abuela mientras iba removiendo los granos de cereal, un recuerdo con olor a metal por su rico contenido de hierro, era una experiencia que nos unía todas las familias soviéticas...
Grechka / El desayuno de los campeones soviéticos
Libro-objeto
Técnicas: una olla de aluminio recuperada de la época soviética con grabados en aguafuerte de la torre de GULAG y las deportistas marchando en el desfile del 1° de mayo de 1937 en la Plaza Roja en Moscú, tinta china, acuarela en papel artesanal de avena en tres imágenes de 14 cm diámetro, semillas de alforfón, cuchara de madera de mi abuela Antonina Sidorova (Voloshina).
Dimensiones: 10 cm altura x 15 cm de diámetro.
Técnicas: una olla de aluminio recuperada de la época soviética con grabados en aguafuerte de la torre de GULAG y las deportistas marchando en el desfile del 1° de mayo de 1937 en la Plaza Roja en Moscú, tinta china, acuarela en papel artesanal de avena en tres imágenes de 14 cm diámetro, semillas de alforfón, cuchara de madera de mi abuela Antonina Sidorova (Voloshina).
Dimensiones: 10 cm altura x 15 cm de diámetro.
2015
Todos los niños soviéticos crecimos comiendo este cereal que llamamos “grechka”. Se trata de las gachas de alforfón, que no sólo se sirven en el desayuno, sino que funcionan como guarnición también en la comida y la cena.
El alforfón tiene que ser revisado antes de cocerlo y de niña me tocaba la tarea de eliminar los granos estropeados. Recuerdo esas tardes oscuras del invierno en nuestra cocina chica de seis metros: yo sentada en una mesa cubierta de alforfón, hablando con mi madre o mi abuela mientras iba removiendo los granos de cereal, un recuerdo con olor a metal por su rico contenido de hierro, era una experiencia que nos unía todas las familias soviéticas...
El alforfón tiene que ser revisado antes de cocerlo y de niña me tocaba la tarea de eliminar los granos estropeados. Recuerdo esas tardes oscuras del invierno en nuestra cocina chica de seis metros: yo sentada en una mesa cubierta de alforfón, hablando con mi madre o mi abuela mientras iba removiendo los granos de cereal, un recuerdo con olor a metal por su rico contenido de hierro, era una experiencia que nos unía todas las familias soviéticas...
Grechka / El desayuno de los campeones soviéticos
Libro-objeto
Técnicas: una olla de aluminio recuperada de la época soviética con grabados en aguafuerte de la torre de GULAG y las deportistas marchando en el desfile del 1° de mayo de 1937 en la Plaza Roja en Moscú, tinta china, acuarela en papel artesanal de avena en tres imágenes de 14 cm diámetro, semillas de alforfón, cuchara de madera de mi abuela Antonina Sidorova (Voloshina).
Dimensiones: 10 cm altura x 15 cm de diámetro.
Técnicas: una olla de aluminio recuperada de la época soviética con grabados en aguafuerte de la torre de GULAG y las deportistas marchando en el desfile del 1° de mayo de 1937 en la Plaza Roja en Moscú, tinta china, acuarela en papel artesanal de avena en tres imágenes de 14 cm diámetro, semillas de alforfón, cuchara de madera de mi abuela Antonina Sidorova (Voloshina).
Dimensiones: 10 cm altura x 15 cm de diámetro.
2015
Todos los niños soviéticos crecimos comiendo este cereal que llamamos “grechka”. Se trata de las gachas de alforfón, que no sólo se sirven en el desayuno, sino que funcionan como guarnición también en la comida y la cena.
El alforfón tiene que ser revisado antes de cocerlo y de niña me tocaba la tarea de eliminar los granos estropeados. Recuerdo esas tardes oscuras del invierno en nuestra cocina chica de seis metros: yo sentada en una mesa cubierta de alforfón, hablando con mi madre o mi abuela mientras iba removiendo los granos de cereal, un recuerdo con olor a metal por su rico contenido de hierro, era una experiencia que nos unía todas las familias soviéticas...
El alforfón tiene que ser revisado antes de cocerlo y de niña me tocaba la tarea de eliminar los granos estropeados. Recuerdo esas tardes oscuras del invierno en nuestra cocina chica de seis metros: yo sentada en una mesa cubierta de alforfón, hablando con mi madre o mi abuela mientras iba removiendo los granos de cereal, un recuerdo con olor a metal por su rico contenido de hierro, era una experiencia que nos unía todas las familias soviéticas...